martes, 26 de diciembre de 2006
lunes, 25 de diciembre de 2006
Ochenta y cuatro

Con las manos cruzadas con la derecha por arriba comienza el giro.

Hacemos girar a la chica hacia la izquierda del chico quedando la izquierda ahora por arriba.

Hacemos girar a la chica hacia la derecha del chico volviendo a la posición número uno.

El chico tiene que girar de espaldas hacia su derecha quedando en la posición número uno.

Se vuelve a girar a la chica hacia la derecha del chico desplazándola hacia su lado derecho.

Una vez al lado del chico quedamos con las manos cruzadas y la hacemos pasear hasta que quede enfrente del chico.
Ochenta y dos

Con las manos cruzadas la derecha por arriba (derecha con derecha).

Gira la chica hacia la izquierda del chico con ambas manos a la vez.

Vuelve a girar a la chica hacia la derecha del chico con ambas manos a la vez volviendo a la posición inicial.

Gira ahora el chico de espaldas hacia su derecha.

Y vuelve a girar a la chica hacia su derecha.

En el giro descruza las manos quedándose con las manos en paralelo.

Metiéndo los codos por dentro y dejando los de la chica por fuera giran hacia la izquierda del chico deshaciendo la figura quedándose como en la foto anterior.
Setenta y dos

Con las manos cogidas en paralelo, el chico levanta su brazo izquierdo, dejando el derecho abajo.

El chico hace girar a la chica hacia su izquierda dejando el brazo derecho en su espalda.

El chico deshace el giro haciendo girar a la chica hacia su derecha con su brazo izquierdo.

Metiendo los codos por dentro y dejando los de la chica por fuera giran hacia la izquierda del chico deshaciendo la figura quedándose como en la foto anteriior.
70 Complicado al Revés

Enchuflamos a la chica para situarla a nuestro lado derecho.

Una vez que está en nuestro lado derecho, la cogemos las dos manos para desplazarla.

La desplazamos haciéndola girar para situarla en nuestra espalda.

Una vez situada en nuestra espalda alzamos el brazo derecho para salir.

Nos quedamos en esta posición después de haber salido por debajo de ese brazo.

Levantamos el brazo y el chico gira hacia su izquierda para quedar con los brazos en paralelo y las manos cogidas.
lunes, 11 de diciembre de 2006
Tango
Es difícil escribir un apunte histórico sobre el tango, pero al mismo tiempo, es muy arduo eludirlo porque son muchos los que deseamos saber, aunque sólo sea, una ligera orientación, de este fenómeno cultural - baile, música, canción, poesía - que por una u otra razón atrae a tanta gente.
Aunque sobre el tango y sus figuras son muchas las cosas que se discuten y ponen en duda, es generalmente aceptado que el tango nace en Buenos Aires a finales del siglo XIX aunque algunos prefieren decir a modo conciliador, que nació a las orillas del Río de la Plata, con el fin de contentar a los uruguayos que reclaman una copaternidad del fenómeno.
En un hecho de origen popular como el tango y, por tanto, de nacimiento evolutivo resulta imposible apuntar una fecha de nacimiento. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de los estudiosos coinciden en dar por buena la década de 1880 como el punto de partida de lo que entonces no era más que una determinada manera de bailar la música. La sociedad donde nace el tango escuchaba y bailaba habaneras, polkas, mazurcas y algún vals, por lo que respecta a los blancos, mientras que los negros, un 25% de la población de Buenos Aires en el siglo XIX, se movían al ritmo del candombe, una forma de danza en la que la pareja no se enlazaba y bailaba de una manera más marcada por la percusión que por la melodía.
Musicalmente, el tango entronca en su genealogía con la habanera hispano-cubana y es por tanto hijo del trasiego mercantil entre los puertos de lengua española de La Habana (Cuba) y Buenos Aires (Argentina). Sin embargo, estos orígenes explican poco sobre su nacimiento. Inicialmente, el tango es interpretado por modestos grupos que cuentan sólo con violín, flauta y guitarra o incluso, en ausencia de ésta, el acompañamiento de un peine convertido en instrumento de viento con la mediación de un papel de fumar y un avezado soplador que marca el ritmo. El instrumento mítico, el bandoneón, no llega al tango hasta un par de décadas después de su nacimiento, en 1900 aproximadamente, y poco a poco sustituye a la flauta.
Inicialmente, el tango debió ser un modo de interpretar melodías ya existentes, modo sobre el que fueron creándose otras nuevas que en un inicio ni siquiera contaban con una transcripción musical, ya que a menudo sus intérpretes y creadores no sabían escribir o leer música. De hecho, con el correr de los años, algunos de los primeros tangos ya transcritos no van firmados por sus autores sino por avispados personajes que sí sabían escribir música y aprovecharon el vacío existente sobre la autoría de determinados tangos celebrados popularmente, para ponerlos a su nombre y ganar con ello unos pesos.
Quizá a estas alturas del texto, alguno se pregunte sobre el origen del nombre. Es una buena pregunta, pero carece de respuesta, o lo que es lo mismo, hay miles. En España en el siglo XIX se empleaba la palabra tango para un palo flamenco, en la geografía africana hay algunos topónimos con ese nombre, en documentos coloniales españoles se usa el vocablo para referirse al lugar en que los esclavos negros celebraban sus reuniones festivas… algunos incluso dicen que el origen podría estar en la incapacidad de los africanos para pronunciar bien la palabra "tambor" que quedaría así transformada en "tangó". En fin, es una buena pregunta pero la irremisible falta de documentación escrita y el origen ágrafo del tango y sus primeros padres callará la respuesta para siempre.
Las cifras hablan: Argentina pasó de tener dos millones de habitantes en 1870, a cuatro millones veinticinco años más tarde. La mitad de esa población se concentraba en Buenos Aires donde el porcentaje de extranjeros llegó a ser del 50 por ciento y adonde acudían también gauchos e indios procedentes del interior del país.
En este ambiente, se comienza a bailar en tugurios y lupanares el nuevo ritmo que se asocia así desde su inicio al ambiente prostibulario, ya que eran sólo prostitutas y "camareras" las únicas mujeres presentes en las academias o perigundines.
Puesto que se trataba de féminas dedicadas en alma y, sobre todo, en cuerpo a sus accidentales acompañantes, el tango se comenzó a bailar de un modo muy "corporal", provocador, cercano, explícito… de un modo socialmente poco aceptable como se vería cuando, siendo ya un fenómeno emergente, el tango comenzó asalir del arrabal de su ciudad de origen y empezó a expandirse.
En los primeros tiempos, cuando el tango comienza a convertirse en canción, las letras que acompañan la música son obscenas y sus títulos dejan lugar a pocas dudas: "Dos sin sacarla", "Qué polvo con tanto viento", "Con qué tropieza que no dentra", "Siete pulgadas"... o incluso "El Choclo" que aunque literalmente significa mazorca de maíz, en sentido figurado y vulgar, equivale al castellano "chocho" o "coño".
De su baja cuna a su encumbramiento como baile rey en los salones del mundo occidental, el tango recorrió un curioso camino de ida y vuelta entre el Nuevo y el Viejo Continente, con una parada decisiva y brillante en París.
¿Cómo llegó allí? También en este punto las respuestas son dispares y algunas vario pintas. Determinados textos, mucho más ingenuos que eruditos, dan incluso nombres y apellidos de "la" persona responsable de este viaje. La realidad, en su extensión como en su nacimiento, parece más compleja y, sobre todo, plural.
Los "niños bien" de Buenos Aires no tenían reparos en bajar a los arrabales para divertirse, bailar y, de paso, levantarse alguna mina o alguna "milonguita" que engatusaba o se dejaba engatusar. Y para acercarse a la mujer no conocida, nada mejor que el tango. Por supuesto, el tango no era aceptable en sus casas ni bailable con las señoritas de su ambiente y por esa razón permaneció durante muchos años como algo marginal y de clase baja.
Sin embargo, los viajes de estos patricios a Europa, especialmente a París, fueron el desencadenante. París no sólo era la capital del glamour y de la moda, sino que además era una ciudad que daba cobijo a una sociedad plural, parte de la cual era alegre y desprejuiciada. Los bailes galantes de la capital francesa venían de atrás, Louis Mercier, cronista de la vida parisina escribía en 1800: "Después del dinero, hoy en día el baile es lo que más éxito tiene entre los parisinos, sea cual sea su extracción social: aman el baile, lo veneran, lo idolatran… Es una obsesión a la que nadie escapa". Si ello era así a principios del XIX también lo era a principios del siglo XX al que llegaron con una fortalecida fama locales públicos como el Bal Bullier de Montparnasse o el Moulin de la Galette. Por añadidura, el atrevimiento, a principios de siglo, no era ajeno a las costumbres parisinas, antes al contrario, algún baile anual, como el Bal des Quat’z Arts de los estudiantes, "era célebre por lo ligero de las vestimentas y por el jolgorio sexual que reinaba siempre en él".
En este contexto social no fue difícil que el osado baile creado en la capital del Plata encontrara un terreno abonado para florecer y convertirse en curiosidad al principio, en moda y furor después. Y una vez en París, el escaparate de Europa, la capital de la moda, la cuna del chic, su extensión al resto del continente primero, a todo el mundo después, fue algo sencillo y rápido. Curiosamente, es entonces, cuando Buenos Aires se mira en París, cuando finalmente el tango entra en sus salones más nobles avalado ahora por el bautismo europeo, el mejor de los pedigríes para una burguesía emergente que luchaba por hacer de su ciudad el París de América
La gloria trajo también y simultáneamente el rechazo. La sempiterna dinámica social se puso nuevamente en marcha, lo antiguo frente a lo nuevo, la censura frente a la apertura, la tradición frente a la renovación. Los detractores del tango surgieron por doquier y fueron incluso ilustres y famosos. El Papa Pío X lo proscribió, el Káiser lo prohibió a sus oficiales y la revista española La Ilustración Europea y Americana hablaba del "…indecoroso y por todos conceptos reprobable ‘tango’, grotesco conjunto de ridículas contorsiones y repugnantes actitudes, que mentira parece que puedan ser ejecutadas, ó siquiera presenciadas, por quien estime en algo su personal decencia.". La cita pertenece a esa revista española, pero resultafácil encontrar otras paralelas en publicaciones inglesas, alemanas o, incluso, francesas.
No obstante, para cuando llegó la reacción la suerte estaba ya echada: el tango había triunfado. Hubo vestidos de tango, color tango, tango-thés… el tango fue el baile rey de ese mundo de preguerra que habría de terminar muy pronto con el primer enfrentamiento armado mundial, la ascensión de Estados Unidos como potencia, el cambio de costumbres. Después, el tango siguió viviendo, nació con fuerza el tango canción que le tomó el relevo al tango baile, pero con un éxito geográficamente más restringido, el mundo, en una nueva preguerra descubrió y admiró a Carlos Gardel y al final del conflicto la supremacía de Estados Unidos desembarcó en Europa también con el swing que murió sólo para darle paso al rock.
En todos estos años el tango tiene una brillante historia de auges limitados y declives relativos y una continuada vida a lo largo de la cual se ha desarrollado tanto el baile como la música hasta llegar a un nivel de sofisticación y depuración que dejan a las claras la madurez de esta manifestación que vive ya en las primeros décadas de su segundo siglo de vida.
Si quereis saber más cosas o ver otro video de Tango, id al blog de Kromychu (For once in my life)
Aunque sobre el tango y sus figuras son muchas las cosas que se discuten y ponen en duda, es generalmente aceptado que el tango nace en Buenos Aires a finales del siglo XIX aunque algunos prefieren decir a modo conciliador, que nació a las orillas del Río de la Plata, con el fin de contentar a los uruguayos que reclaman una copaternidad del fenómeno.
En un hecho de origen popular como el tango y, por tanto, de nacimiento evolutivo resulta imposible apuntar una fecha de nacimiento. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de los estudiosos coinciden en dar por buena la década de 1880 como el punto de partida de lo que entonces no era más que una determinada manera de bailar la música. La sociedad donde nace el tango escuchaba y bailaba habaneras, polkas, mazurcas y algún vals, por lo que respecta a los blancos, mientras que los negros, un 25% de la población de Buenos Aires en el siglo XIX, se movían al ritmo del candombe, una forma de danza en la que la pareja no se enlazaba y bailaba de una manera más marcada por la percusión que por la melodía.
Musicalmente, el tango entronca en su genealogía con la habanera hispano-cubana y es por tanto hijo del trasiego mercantil entre los puertos de lengua española de La Habana (Cuba) y Buenos Aires (Argentina). Sin embargo, estos orígenes explican poco sobre su nacimiento. Inicialmente, el tango es interpretado por modestos grupos que cuentan sólo con violín, flauta y guitarra o incluso, en ausencia de ésta, el acompañamiento de un peine convertido en instrumento de viento con la mediación de un papel de fumar y un avezado soplador que marca el ritmo. El instrumento mítico, el bandoneón, no llega al tango hasta un par de décadas después de su nacimiento, en 1900 aproximadamente, y poco a poco sustituye a la flauta.
Inicialmente, el tango debió ser un modo de interpretar melodías ya existentes, modo sobre el que fueron creándose otras nuevas que en un inicio ni siquiera contaban con una transcripción musical, ya que a menudo sus intérpretes y creadores no sabían escribir o leer música. De hecho, con el correr de los años, algunos de los primeros tangos ya transcritos no van firmados por sus autores sino por avispados personajes que sí sabían escribir música y aprovecharon el vacío existente sobre la autoría de determinados tangos celebrados popularmente, para ponerlos a su nombre y ganar con ello unos pesos.
Quizá a estas alturas del texto, alguno se pregunte sobre el origen del nombre. Es una buena pregunta, pero carece de respuesta, o lo que es lo mismo, hay miles. En España en el siglo XIX se empleaba la palabra tango para un palo flamenco, en la geografía africana hay algunos topónimos con ese nombre, en documentos coloniales españoles se usa el vocablo para referirse al lugar en que los esclavos negros celebraban sus reuniones festivas… algunos incluso dicen que el origen podría estar en la incapacidad de los africanos para pronunciar bien la palabra "tambor" que quedaría así transformada en "tangó". En fin, es una buena pregunta pero la irremisible falta de documentación escrita y el origen ágrafo del tango y sus primeros padres callará la respuesta para siempre.
Las cifras hablan: Argentina pasó de tener dos millones de habitantes en 1870, a cuatro millones veinticinco años más tarde. La mitad de esa población se concentraba en Buenos Aires donde el porcentaje de extranjeros llegó a ser del 50 por ciento y adonde acudían también gauchos e indios procedentes del interior del país.
En este ambiente, se comienza a bailar en tugurios y lupanares el nuevo ritmo que se asocia así desde su inicio al ambiente prostibulario, ya que eran sólo prostitutas y "camareras" las únicas mujeres presentes en las academias o perigundines.
Puesto que se trataba de féminas dedicadas en alma y, sobre todo, en cuerpo a sus accidentales acompañantes, el tango se comenzó a bailar de un modo muy "corporal", provocador, cercano, explícito… de un modo socialmente poco aceptable como se vería cuando, siendo ya un fenómeno emergente, el tango comenzó asalir del arrabal de su ciudad de origen y empezó a expandirse.
En los primeros tiempos, cuando el tango comienza a convertirse en canción, las letras que acompañan la música son obscenas y sus títulos dejan lugar a pocas dudas: "Dos sin sacarla", "Qué polvo con tanto viento", "Con qué tropieza que no dentra", "Siete pulgadas"... o incluso "El Choclo" que aunque literalmente significa mazorca de maíz, en sentido figurado y vulgar, equivale al castellano "chocho" o "coño".
De su baja cuna a su encumbramiento como baile rey en los salones del mundo occidental, el tango recorrió un curioso camino de ida y vuelta entre el Nuevo y el Viejo Continente, con una parada decisiva y brillante en París.
¿Cómo llegó allí? También en este punto las respuestas son dispares y algunas vario pintas. Determinados textos, mucho más ingenuos que eruditos, dan incluso nombres y apellidos de "la" persona responsable de este viaje. La realidad, en su extensión como en su nacimiento, parece más compleja y, sobre todo, plural.
Los "niños bien" de Buenos Aires no tenían reparos en bajar a los arrabales para divertirse, bailar y, de paso, levantarse alguna mina o alguna "milonguita" que engatusaba o se dejaba engatusar. Y para acercarse a la mujer no conocida, nada mejor que el tango. Por supuesto, el tango no era aceptable en sus casas ni bailable con las señoritas de su ambiente y por esa razón permaneció durante muchos años como algo marginal y de clase baja.
Sin embargo, los viajes de estos patricios a Europa, especialmente a París, fueron el desencadenante. París no sólo era la capital del glamour y de la moda, sino que además era una ciudad que daba cobijo a una sociedad plural, parte de la cual era alegre y desprejuiciada. Los bailes galantes de la capital francesa venían de atrás, Louis Mercier, cronista de la vida parisina escribía en 1800: "Después del dinero, hoy en día el baile es lo que más éxito tiene entre los parisinos, sea cual sea su extracción social: aman el baile, lo veneran, lo idolatran… Es una obsesión a la que nadie escapa". Si ello era así a principios del XIX también lo era a principios del siglo XX al que llegaron con una fortalecida fama locales públicos como el Bal Bullier de Montparnasse o el Moulin de la Galette. Por añadidura, el atrevimiento, a principios de siglo, no era ajeno a las costumbres parisinas, antes al contrario, algún baile anual, como el Bal des Quat’z Arts de los estudiantes, "era célebre por lo ligero de las vestimentas y por el jolgorio sexual que reinaba siempre en él".
En este contexto social no fue difícil que el osado baile creado en la capital del Plata encontrara un terreno abonado para florecer y convertirse en curiosidad al principio, en moda y furor después. Y una vez en París, el escaparate de Europa, la capital de la moda, la cuna del chic, su extensión al resto del continente primero, a todo el mundo después, fue algo sencillo y rápido. Curiosamente, es entonces, cuando Buenos Aires se mira en París, cuando finalmente el tango entra en sus salones más nobles avalado ahora por el bautismo europeo, el mejor de los pedigríes para una burguesía emergente que luchaba por hacer de su ciudad el París de América
La gloria trajo también y simultáneamente el rechazo. La sempiterna dinámica social se puso nuevamente en marcha, lo antiguo frente a lo nuevo, la censura frente a la apertura, la tradición frente a la renovación. Los detractores del tango surgieron por doquier y fueron incluso ilustres y famosos. El Papa Pío X lo proscribió, el Káiser lo prohibió a sus oficiales y la revista española La Ilustración Europea y Americana hablaba del "…indecoroso y por todos conceptos reprobable ‘tango’, grotesco conjunto de ridículas contorsiones y repugnantes actitudes, que mentira parece que puedan ser ejecutadas, ó siquiera presenciadas, por quien estime en algo su personal decencia.". La cita pertenece a esa revista española, pero resultafácil encontrar otras paralelas en publicaciones inglesas, alemanas o, incluso, francesas.
No obstante, para cuando llegó la reacción la suerte estaba ya echada: el tango había triunfado. Hubo vestidos de tango, color tango, tango-thés… el tango fue el baile rey de ese mundo de preguerra que habría de terminar muy pronto con el primer enfrentamiento armado mundial, la ascensión de Estados Unidos como potencia, el cambio de costumbres. Después, el tango siguió viviendo, nació con fuerza el tango canción que le tomó el relevo al tango baile, pero con un éxito geográficamente más restringido, el mundo, en una nueva preguerra descubrió y admiró a Carlos Gardel y al final del conflicto la supremacía de Estados Unidos desembarcó en Europa también con el swing que murió sólo para darle paso al rock.
En todos estos años el tango tiene una brillante historia de auges limitados y declives relativos y una continuada vida a lo largo de la cual se ha desarrollado tanto el baile como la música hasta llegar a un nivel de sofisticación y depuración que dejan a las claras la madurez de esta manifestación que vive ya en las primeros décadas de su segundo siglo de vida.
Si quereis saber más cosas o ver otro video de Tango, id al blog de Kromychu (For once in my life)
sábado, 9 de diciembre de 2006
Cha-cha-chá
El cha-cha-chá tiene más de cuarenta años de vida. El Cha-Cha-Cha fue creado por el violinista cubano y director de orquesta Enrique Jorrín en 1948, fruto de sus experimentaciones con la forma, la melodía y el ritmo del danzón. Es el baile más reciente incorporado en la modalidad de bailes latinos. Poco después que el Mambo fuese introducido en las salas de baile, apareció el cha-cha-cha, que empezó a ganar cada vez más popularidad. Esta rápida y amplia difusión se debe, sobre todo, al hecho de ser un baile intermedio, ni muy lento ni muy rápido, lo que lo hace un género fácilmente bailable por todos (en contraste, por ejemplo, con el Mambo, donde la música es más rápida y el ritmo más complicado).
Inicialmente, su creador (Enrique Jollín) había denominado a este baile con el nombre de neodanzón. El nombre que todos conocemos nació con ayuda de los bailadores, cuando al inventarse el baile que se acoplaba con el ritmo (El ritmo del Cha-Cha-Cha se caracteriza por una serie de tres pasos rápidos que se dan en dos tiempos de compás), se descubrió que los pies marcaban un sonido peculiar al rozar el suelo, cha - cha - chá, y de ahí, de ese sonido, nació, por onomatopeya, el nombre con el que todo el mundo conoce este baile.
Cuando lo grabó en 1953 nunca se imaginó que se convertiría en un exitazo en toda América y Europa. Las fiestas de aquel entonces se amenizaban con el Cha cha chá.
Los danzones eran interpretados tan solo por instrumentos, mientras que Jorrín le introdujo las voces de los músicos cantando a coro para darle más potencia. Este estilo gustó a los que bailaban, que ahora podían improvisar más e inventaron nuevas figuras. Durante sus primeros años como compositor, Jorrín sólo componía danzones, respetando sus cánones musicales, pero poco a poco fue modificando algunas de sus partes. Estos fragmentos modificados gustaron tanto al público que decidió independizarlos del danzón hasta llegar a lo que él llamó neodanzón. El neodanzón no es otro que el nombre original del cha-cha-chá.
Éste estilo comenzó a crear sus propios procedimientos gracias al trabajo de compositores cubanos y mexicanos como Ramón Márquez, Richard Egües y Jorge Zamora.
Bruce Lee además de hacer películas, escribir su tratado sobre el Jet-Kune-Do y repartir madrazos; también fue un experto bailarín de Cha cha chá.
Aquí os dejo, para que veais, dos coreografías diferentes y temas diferentes de este estilo musical y de baile. Opinad al respecto.
Inicialmente, su creador (Enrique Jollín) había denominado a este baile con el nombre de neodanzón. El nombre que todos conocemos nació con ayuda de los bailadores, cuando al inventarse el baile que se acoplaba con el ritmo (El ritmo del Cha-Cha-Cha se caracteriza por una serie de tres pasos rápidos que se dan en dos tiempos de compás), se descubrió que los pies marcaban un sonido peculiar al rozar el suelo, cha - cha - chá, y de ahí, de ese sonido, nació, por onomatopeya, el nombre con el que todo el mundo conoce este baile.
Cuando lo grabó en 1953 nunca se imaginó que se convertiría en un exitazo en toda América y Europa. Las fiestas de aquel entonces se amenizaban con el Cha cha chá.
Los danzones eran interpretados tan solo por instrumentos, mientras que Jorrín le introdujo las voces de los músicos cantando a coro para darle más potencia. Este estilo gustó a los que bailaban, que ahora podían improvisar más e inventaron nuevas figuras. Durante sus primeros años como compositor, Jorrín sólo componía danzones, respetando sus cánones musicales, pero poco a poco fue modificando algunas de sus partes. Estos fragmentos modificados gustaron tanto al público que decidió independizarlos del danzón hasta llegar a lo que él llamó neodanzón. El neodanzón no es otro que el nombre original del cha-cha-chá.
Éste estilo comenzó a crear sus propios procedimientos gracias al trabajo de compositores cubanos y mexicanos como Ramón Márquez, Richard Egües y Jorge Zamora.
Bruce Lee además de hacer películas, escribir su tratado sobre el Jet-Kune-Do y repartir madrazos; también fue un experto bailarín de Cha cha chá.
Aquí os dejo, para que veais, dos coreografías diferentes y temas diferentes de este estilo musical y de baile. Opinad al respecto.
martes, 28 de noviembre de 2006
Setenta
1. Con las manos cogidas en paralelo, el chico levanta su brazo izquierdo, dejando el derecho abajo
2. El chico hace girar a la chica hacia su izquierda dejando el brazo derecho en su espalda

3. El chico deshace el giro haciendo girar a la chica hacia su derecha con su brazo izquierdo

4. Con su mano derecha se gira el chico hacia su izquierda
5. Con la mano izquierda gira a la chica hacia su derecha, volviendo a la posición número 1.
3. El chico deshace el giro haciendo girar a la chica hacia su derecha con su brazo izquierdo
4. Con su mano derecha se gira el chico hacia su izquierda
lunes, 27 de noviembre de 2006
La Salsa
A finales de los años 60 la Salsa era un término con el que se denominaba a la música cubana mas innovadora de esos tiempos.
Entonces era una mezcla del Son, la Guaracha, el Guaguancó... Entre los primeros músicos innovadores de salsa están Ray Barretto, Bobby Valentin, Hector Lavoe, Willie Colón, Richie Ray, Bobby Cruz entre otros.
Hay quien no duda en afirmar que la Salsa es un género musical surgido en Nueva York que se empieza a gestar en los años 60 y vive su momento culminante en la década siguiente. Lo definen como una realidad musical diferenciada surgida en los barrios hispanos de la capital cultural y económica de Norteamérica y, muy especialmente, en la importante comunidad puertorriqueña allí asentada.
En los años 40 y 50 durante el apogeo de las big bands norteamericanas, los músicos cubanos muestran una gran porosidad hacia la influencia de sus vecinos del norte. En algunos sones se parafrasean melodías de jazz norteamericanas pero, sobre todo, se reconstruyen las formaciones musicales tradicionales para dar entrada a una sección de viento siguiendo el ejemplo de las bandas de Miller, Basie o Kenton . Las influencias son bidireccionales de modo que nombres tan importantes como Dizzie Gillespie o Charlie Parker introducen percusiones e incluso percusionistas cubanos en sus bandas.
Compay Segundo Sin embargo, la salsa sólo se escuchaba en las calles neoyorquinas hasta que Johny Pacheco y Jerry Masucci crearon "Fania", una formacion que llevó la salsa al público deseoso de bailar. En los 1970´s el fervor por la salsa explotó en todo el mundo.
Es curioso que un fenómeno latinoamericano y de habla española como es la salsa haya tenido su eclosión en Nueva York y de hecho resulta exótico si no se tienen en cuenta las continuadas relaciones musicales entre Estados Unidos y la música del caribe, especial y notoriamente, la música de Cuba.
Tras cuatro décadas de bloqueo norteamericano contra la Perla de las Antillas, resulta casi inesperado descubrir al volver la vista atrás, lo profunda y continuada que fue la relación, no digamos entre ambos pueblos pero si al menos, entre Nueva York y la música cubana.
Al mismo tiempo, los norteamericanos en general no son nada remisos a aceptar los nuevos ritmos alumbrados en Cuba. En realidad, gracias a ellos triunfan comercialmente el mambo primero y el cha-cha-chá después. Lo mismo ocurre con las formaciones. Benni Moré, Perez Prado, Machito, Tito Rodríguez o el puertorriqueño Tito Puente encuentran su lugar en Nueva York que tiene en la calle 52 la meca de la música latina, el Palladium Dancehall. Durante esos años además, la Habana estaba repleta de turistas norteamericanos que recalaban en sus night clubs, parte de ellos junto a los hoteles que los albergaban, controlados ya por la mafia que planeaba trasladar su paraíso artificial de las Vegas allí, para eludir la presión fiscal y policial que se cernía sobre ellos en Estados Unidos.
Este antecedente, de gran importancia, no es el primero se puede seguir retrocediendo en el tiempo, pasar por los años 30, los 20 y los boleros, e incluso llegar hasta mediados del siglo XIX cuando melodías como la habanera La Paloma (de profunda inspiración cubana aunque obra del español Sebastián Yradier) se hacen populares allí.
Ni siquiera el bloqueo supone el fin de la influencia cubana sobre la música que se gesta en Nueva York ya que gracias o por culpa de aquél son muchos los músicos que salen de Cuba y se asientan bien en Nueva York bien en Miami donde prosiguen haciendo su música y contribuyen al surgimiento de lo que conocemos como salsa.
Cuando algunos bailarines entraron en contacto con este nuevo ritmo, comenzaron a darle forma. Así la salsa tiene influencia de ritmos norteamericanos como el Rock, el Hustle, y de otros mas latinos como el Mambo, Chachachá...
La Salsa es el último baile popular que ha sido creado en el último tercio del siglo XX, causando furor en todo el mundo.
La Salsa hoy en día sigue evolucionado y es en las escuelas de baile donde se crean nuevas formas de interpretar la Salsa, mas ricas y mas complejas. Desde el punto de vista actual, esta visión del fenómeno es correcta pero tiene la debilidad de una descontextualización que en nada ayuda a comprender y analizar bien el proceso.
Una de las formas mas divertidas en la que ha evolucionado este baile es la Rueda Cubana. Al ritmo de esta música, un grupo de parejas que forman un circulo, van ejecutando diversas figuras simultáneamente y realizando diversos cambios de pareja. Todo ello de forma coordinada y dirigida por el "cantante de la rueda".
Entonces era una mezcla del Son, la Guaracha, el Guaguancó... Entre los primeros músicos innovadores de salsa están Ray Barretto, Bobby Valentin, Hector Lavoe, Willie Colón, Richie Ray, Bobby Cruz entre otros.
Hay quien no duda en afirmar que la Salsa es un género musical surgido en Nueva York que se empieza a gestar en los años 60 y vive su momento culminante en la década siguiente. Lo definen como una realidad musical diferenciada surgida en los barrios hispanos de la capital cultural y económica de Norteamérica y, muy especialmente, en la importante comunidad puertorriqueña allí asentada.
En los años 40 y 50 durante el apogeo de las big bands norteamericanas, los músicos cubanos muestran una gran porosidad hacia la influencia de sus vecinos del norte. En algunos sones se parafrasean melodías de jazz norteamericanas pero, sobre todo, se reconstruyen las formaciones musicales tradicionales para dar entrada a una sección de viento siguiendo el ejemplo de las bandas de Miller, Basie o Kenton . Las influencias son bidireccionales de modo que nombres tan importantes como Dizzie Gillespie o Charlie Parker introducen percusiones e incluso percusionistas cubanos en sus bandas.
Compay Segundo Sin embargo, la salsa sólo se escuchaba en las calles neoyorquinas hasta que Johny Pacheco y Jerry Masucci crearon "Fania", una formacion que llevó la salsa al público deseoso de bailar. En los 1970´s el fervor por la salsa explotó en todo el mundo.
Es curioso que un fenómeno latinoamericano y de habla española como es la salsa haya tenido su eclosión en Nueva York y de hecho resulta exótico si no se tienen en cuenta las continuadas relaciones musicales entre Estados Unidos y la música del caribe, especial y notoriamente, la música de Cuba.
Tras cuatro décadas de bloqueo norteamericano contra la Perla de las Antillas, resulta casi inesperado descubrir al volver la vista atrás, lo profunda y continuada que fue la relación, no digamos entre ambos pueblos pero si al menos, entre Nueva York y la música cubana.
Al mismo tiempo, los norteamericanos en general no son nada remisos a aceptar los nuevos ritmos alumbrados en Cuba. En realidad, gracias a ellos triunfan comercialmente el mambo primero y el cha-cha-chá después. Lo mismo ocurre con las formaciones. Benni Moré, Perez Prado, Machito, Tito Rodríguez o el puertorriqueño Tito Puente encuentran su lugar en Nueva York que tiene en la calle 52 la meca de la música latina, el Palladium Dancehall. Durante esos años además, la Habana estaba repleta de turistas norteamericanos que recalaban en sus night clubs, parte de ellos junto a los hoteles que los albergaban, controlados ya por la mafia que planeaba trasladar su paraíso artificial de las Vegas allí, para eludir la presión fiscal y policial que se cernía sobre ellos en Estados Unidos.
Este antecedente, de gran importancia, no es el primero se puede seguir retrocediendo en el tiempo, pasar por los años 30, los 20 y los boleros, e incluso llegar hasta mediados del siglo XIX cuando melodías como la habanera La Paloma (de profunda inspiración cubana aunque obra del español Sebastián Yradier) se hacen populares allí.
Ni siquiera el bloqueo supone el fin de la influencia cubana sobre la música que se gesta en Nueva York ya que gracias o por culpa de aquél son muchos los músicos que salen de Cuba y se asientan bien en Nueva York bien en Miami donde prosiguen haciendo su música y contribuyen al surgimiento de lo que conocemos como salsa.
Cuando algunos bailarines entraron en contacto con este nuevo ritmo, comenzaron a darle forma. Así la salsa tiene influencia de ritmos norteamericanos como el Rock, el Hustle, y de otros mas latinos como el Mambo, Chachachá...
La Salsa es el último baile popular que ha sido creado en el último tercio del siglo XX, causando furor en todo el mundo.
La Salsa hoy en día sigue evolucionado y es en las escuelas de baile donde se crean nuevas formas de interpretar la Salsa, mas ricas y mas complejas. Desde el punto de vista actual, esta visión del fenómeno es correcta pero tiene la debilidad de una descontextualización que en nada ayuda a comprender y analizar bien el proceso.
Una de las formas mas divertidas en la que ha evolucionado este baile es la Rueda Cubana. Al ritmo de esta música, un grupo de parejas que forman un circulo, van ejecutando diversas figuras simultáneamente y realizando diversos cambios de pareja. Todo ello de forma coordinada y dirigida por el "cantante de la rueda".
domingo, 26 de noviembre de 2006
El Dedo
1. Se comienza el giro con la mano derecha del chico cogiendo la derecha de la chica.

2. Se gira a la chica hacia la izquierda del chico.

3. Se vuelve a girar a la chica hacia la derecha del chico.

4. El chico se gira hacia su izquierda dejando la mano abajo y quedando la mano cruzada por su espalda.

5. Cambia la mano

6. Y hace girar a la chica con un enchufla simple.

7. Se termina la figura con la mano izquierda del chico agarrando la derecha de la chica.


2. Se gira a la chica hacia la izquierda del chico.

3. Se vuelve a girar a la chica hacia la derecha del chico.

4. El chico se gira hacia su izquierda dejando la mano abajo y quedando la mano cruzada por su espalda.

5. Cambia la mano

6. Y hace girar a la chica con un enchufla simple.

7. Se termina la figura con la mano izquierda del chico agarrando la derecha de la chica.
